Casualidades
O causalidades. Llámenlo como quieran.
Esta noche, ante el enésimo trato de injusticia en referencia al Sevilla FC volvemos al título del post. Nuevamente el señor colegiado ha cometido una tropelía -y este año ya van varias de la misma índole- en contra del Sevilla. ¿El por qué? Porque en el minuto 18 ha decidido con ayuda del cuarto árbitro expulsar a Pepe Gueye por segunda vez en ocho partidos de manera injusta -qué pensará el chico del arbitraje aquí después de una expulsión en 73 partidos en Ligue 1-. Una pelota a 70m de la portería con el jugador rival de espaldas donde al estirar su pierna izquierda para robar la pelota -cosa que ha conseguido- ha pisado con su pierna derecha de forma simultanea el empeine del rival sin ni siquiera mirar donde apoyaba ese pie.
Ninguno de los atenuantes referidos a la hora de mostrar una amarilla que acarrea expulsión se daba en estos casos pero Pizarro Gómez ha decidido que sí. No hay un exceso de fuerza, ni siquiera arrastra el pie con el que golpea, simplemente apoya con mala suerte su pie ahí. ¿Falta? pues quizás sí, te la compro. ¿Dejar a un equipo con diez durante 72' por esa acción? Déjeme decir que quizás sea algo precipitado y más cuando hemos visto entradas y de todos los colores y en especial a Gueye en Vallecas donde le pisaron el muslo sin balón en juego y con el pie haciendo presión y ni siquiera el VAR decidió entrar para valorar. Venda en los ojos y a seguir creyéndonos que esto funciona bien. Al fin y al cabo, los datos no mienten. Undécima expulsión en 28 partidos. Una expulsión cada 0,40 partidos. Una auténtica bestialidad.
Eso si, hemos tenido que ver este año situaciones de todos los colores. Desde la jornada 1 donde dos días antes el presidente del CTA en su rueda de prensa de inicio de temporada puso de largo que iban a eliminar progresivamente los 'penaltitos' y donde 48 horas después de su comparecencia, uno de sus pupilos aventajados, Carlos del Cerro Grande decidió pitar penalti del Papu Gómez por dar con su mano en el hombro de un jugador que controlaba el balón hacía fuera del área, de espaldas y que además se cayó al suelo 2 segundos después, lo cual hacía ver y creer que no había sido un contacto intenso. El mítico 'penaltito'. Pero picó y una vez más, el Sevilla actuaba de conejillo de indias.
También tuvimos que ver como al poco, Rakitic se tenía que ir expulsado por no poder evitar pisar sin querer el gemelo de Mikel Merino al caer al suelo tras agarrarle. Una acción más fortuita aún ya que pisó el gemelo al intentar evitar pisarle. Igual rentaba más pisar y lesionar que intentar evitarlo visto lo visto -nótese la ironía-. Por cierto, el árbitro era el mismo, el señor Del Cerro. Lo llamaremos casualidad. Para más inri, en el mismo encuentro tuvimos dos acciones más. Un gol legal dado a la Real Sociedad donde un jugador en fuera de juego y en clara visión de Bono podía quizás molestar al meta marroquí. Ni se revisó. O donde luego más tarde, un manotazo en la cara de Diego Rico sobre Oliver se quedó sin castigo cuando otras veces hemos visto directamente la roja -veáse el manotazo de Fekir en el derbi-.
Por si les parece casual, nos vamos a Vallecas. Ahí vimos como pisaban a Gueye en el muslo, clavaban de forma casual sin intención pero peligrosamente los tacos a Acuña -esto si es un atenuante- y entraban por detrás con uso de fuerza excesiva a Oliver dejándolo tocado y teniendo que ser sustituido posteriormente sin que ninguna de esas acciones tan siquiera fuera revisada por el señor que estaba en el VAR, Jaime Latre, que a la postre, varios días después si decidió llamar al mismo árbitro de aquel día para expulsar a Correa por un golpe en el pecho a Nacho.

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