Sergio Ramos, la vuelta de la polémica.
Sergio Ramos vuelve al Sevilla 18 años después. Cargado de polémicas, discursos corporativistas y una división bastante evidente en un gran sector de la afición. Y qué conste que esto que van a leer abajo no es para convencer a nadie de los sectores de que cambie de opinión.
Sergio Ramos en su época en el club / Foto: El Desmarque
El fichaje sería todo un éxito si no fuera por dos matices: El primero, el discurso que se ha dado. El segundo, la fama que se ha ganado el propio Sergio a raíz de sus diferentes actitudes en sus visitas al Sánchez-Pizjuán.
El primero es fácil de describir. Tanto presidente como director deportivo se han pegado todo el mercado haciendo declaraciones como "No es una opción", "Estamos cansados de decir que no es una opción" y "Por la política de fichajes y de rejuvenecer la plantilla con jugadores que puedan aportar plusvalías no podemos acometer el fichaje de Ramos". Un error gravísimo cuando durante un año ese jugador te puede aportar un crecimiento de nivel en una zona especifica mientras ganas tiempo para firmar un jugador a 12 meses vista, el error sería hacer un contrato de 4 años a un jugador de 37 que ya viene además con un historial de lesiones bastante evidente. ¿Pero por un año? Si mejora enormemente la zaga y puede ayudar, no debe de ser un mal fichaje aunque la política de fichajes sea la inversa.
El segundo matiz, el más complejo: la afición. Si algo se venera en el sevillismo es su lealtad al escudo, algo que el camero en más de una ocasión se ha propuesto -y con éxito- mancillar. Los defensores -y él- dirán que les insultaba un sector de la afición, cosa que perdone, no es cierto porque en grandes ocasiones se ha escuchado corear prácticamente al unísono ciertos cánticos todo el estadio. ¿Es de recibo? NO. ¿Debería de haberlo aguantado con madurez y hablar donde se debe? SÍ. Un profesional de esto donde precisamente no está mal pagado tiene que andar por encima de estos lodos. Hay mucha gente que se habrá equivocado en insultarlo gravemente en gran parte también porque un señor llamado José María del Nido Benavente se encargó de enmascarar una venta provocada por Sergio y su entorno como un pago de clausula para salir bien parado el último día de mercado hace 18 años, todo sea dicho. Tampoco estuvo muy correcto pedir tirar un penalti cuando no eras el lanzador y el resultado era de 1-5 o pedir tirar una falta con 2-6 cuando jamás lanzaba una. Las heridas duelen pero hurgar en ellas cuando tú mismo sabes o intuías que no era todo el estadio duelen más. Y el sevillismo, en gran parte, admira y defiende a los suyos, a los que están al pie del cañón gastando días de vacaciones, sueldos y dinero ahorrado en ver a los suyos donde allá juegue su club y vagabundeando por aeropuertos europeos con combinaciones aleatorias y locas con tal de seguir a su Sevilla, tú Sevilla, Sergio. A esos también les dañaste con tu actitud, tus malos modos y tus gestos provocadores en situaciones muy extremas. Quizás ellos necesiten un perdón más allá que un simple gesto en un partido. Entiéndelos tu también, es parte del juego. Ellos, los sevillistas más críticos si algún día perdonan ese 'ultraje', con un ligero choque de palmas en reiteradas ocasiones, te habrán perdonado -o no- esa actitud.
Cada persona tendrá su opinión, cada opinión es respetable y ahí está la libertad de expresión, pero que no sirva este refuerzo de lujo -por la calidad del jugador, que tampoco estamos ciegos-, para agrandar más las heridas de cada uno y quizás sí sirva para criticar más aun la errónea puesta de largo del presidente cada vez que le preguntaban por el '4'. Últimamente, no da una el bueno de Pepe, quizás mas preocupado en las convulsas JGA en las que su homónimo y rival, le intenta poner la zancadilla cuantas veces pueda.
Y tampoco vayamos a caer en las redes de la demagogia barata. En el fútbol hace un tiempo en el cual hay que intentar de ser más pragmáticos que sentimentales porque manda el cash. Empresas que facturan cientos de millones buscando la mayor rentabilidad económica al club de la manera que sea, muchas de ellas, prostituyendo hasta los nombres del estadio. Quizás pueda ayudar de otra manera también el fichaje. Y por último, una mención para los más críticos: Tenéis todo mi respeto. Pero escuchad al de al lado también, no es peor ni mejor, simplemente opina distinto y siente como tú. Y para todos y cada uno de ellos parafrasearé al gran Javier Labandón para acabar esto cuando juegue el Sevilla: "Aquí estamos contigo Sevilla..."



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